domingo, 30 de enero de 2011

Visita al yacimiento de Miralrío (Rivas-Vaciamadrid)


El yacimiento de Miralrío se descubrió en 1996, durante las obras de urbanización de este sector de Rivas-Vaciamadrid. Estaba ubicado en una pequeña elevación que tuvo que ser un lugar privilegiado debido a su proximidad a la confluencia de los ríos Jarama y Manzanares, con buen clima, fácil visibilidad y defensa, y abundancia de agua, materias primas, caza, pastos, pesca y frutos silvestres. Se encuentra muy bien preparado para la visita: está vallado, protegido por una cubierta, se camina sobre pasarelas de madera, tiene paneles informativos y cuenta con una sala en la que se visiona un vídeo didáctico sobre los carpetanos y su cultura (dentro del marco general de los pueblos asentados en la Península), y con una reproducción de la casa carpetana cuyos restos constituyen la parte más importante del yacimiento.


Aunque los restos excavados son visibles desde el exterior de la valla, lo más recomendable es acudir a las visitas guiadas gratuitas que organiza el Centro de Recursos Ambientales Chico Mendes una vez al mes, con reserva previa, para poder acceder a la sala de vídeo y el interior de la casa reconstruida. También se organizan visitas para grupos escolares (recomendadas para los niveles de ESO y Bachillerato).






El lugar fue ocupado en tres períodos: el primer asentamiento corresponde al Bronce tardío (1.500-1.000 a.C.), del que se han conservado tres fosas excavadas en el suelo interpretadas como silos para almacenar alimentos y fragmentos de cerámica fabricada a mano, pero no quedan restos de cabaña alguna que los albergara. Se han identificado rebajes del terreno en los que pudieron situarse con posterioridad dos cabañas ovales, pero ya en la II Edad del Hierro se levantan casas de planta rectangular, como la vivienda carpetana excavada en su totalidad que se fecha entre los siglos IV y II a.C.

La vivienda respondería al patrón típico de casa carpetana: zócalo de piedras unidas por barro sobre el que se levantarían paredes de adobe, techumbre de entramado vegetal impermeabilizada con arcilla y suelo de tierra apisonada. Consta de dos estancias, aunque la existencia de un pilar junto a la pared que separa una de otra hace pensar que originalmente  dispondría de una única habitación. La estancia mayor correspondería a la vivienda y cuenta con hogar y horno; la menor se emplearía como almacén. No es segura la ubicación de la entrada. Pudo existir, además, un pequeño porche exterior, destinado, tal vez, a proteger la leña o útiles de trabajo. Existen restos de un muro, próximos a la casa; si se tratara de parte otra vivienda, cabría suponer la existencia de un pequeño asentamiento en el lugar, no de una casa aislada construida para aprovechar los recursos naturales de la zona.


La casa se abandonó de forma pacífica. Con la conquista romana no sería extraño que los habitantes de viviendas aisladas se desplazaran a poblados grandes en los alrededores, como los del Cerro de La Gavia, Complutum (Alcalá de Henares) o Toletum (Toledo).

2 comentarios:

  1. Yo he realizado esta visita y me ha parecido interesante. ¡He podido ver unos almacenes de grano (silos) de hace 4000 años! He conocido un poco mejor la cultura carpetana, y me ha parecido admirable que se hayan protegido estos restos arqueólogicos, que nos acercan al día a día de los antiguos moradores de nuestras tierras. Espero que muy pronto podamos también disfrutar de los restos de poblado de La Gavia, para continuar conociéndonos un poco mejor.

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