martes, 1 de marzo de 2016

Un parque de capricho

  En la época en que se construyó el Parque de El Capricho de Madrid (1787-1839) era imposible no recurrir a la mitología clásica y al arte antiguo en general  incluso para decorar lo que estaba destinado a ser una finca de recreo, con un casino de baile y un canal artificial con lago por el que los invitados navegaran en barca desde un rústico embarcadero. Los ricos pueden darse el gusto hasta de construir un abejero con una zona acristalada para merendar sin temor mientras las laboriosas abejas trabajan sin descanso. O una ermita con ermitaño (de verdad o de cartón) y una casa rústica habitada por réplicas de campesinos.


       Mª Josefa Pimentel, duquesa de Osuna, compró una finca en 1783, y un año después empezó a construirse el que es uno de los jardines más bonitos de Madrid, El Capricho. Hay allí muchos bustos de emperadores romanos, o de lo que parecen ser dioses aunque los llamen "duelistas" y les inventen historias, esfinges de varios tipos, cupidillos por doquier, un Saturno devorando a un hijo sobre una alta columna, inspirado en Goya, un Baco que realiza la sustitución de una Venus que, según algunos, un buen día desapareció, y, reinando en el palacio y en el Laberinto plantado de laureles, el dios Apolo, representado en diversos episodios de su no siempre feliz vida. A Pitón la mata, sí, pero no consigue a Dafne por más que lo intente. Y con Faetonte tampoco tiene mucha suerte. Dentro del palacio, del Abejero y del Casino de baile hay también esculturas, pinturas e incluso un suelo de mosaico de temática mitológica o histórica, pero los interiores no son accesibles al público.


        
Baco
    
       Es un paseo bonito de realizar, sobre todo en primavera. Para quien desee mirar con ojos "mitológicos" o "anticuarios", y comprobar cómo se dan la mano lo apolíneo y lo dionisíaco, demostrando que ya no tienen más valor que lo meramente decorativo, he realizado una selección de imágenes en Mitología y mundo antiguo en el Parque de El Capricho de Madrid.



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